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miércoles, 27 de agosto de 2014

La torre de Acedera

  
  Iglesia de Acedera antes de la remodelación.

  

  Continua la destrucción medioambiental acelerada en la Zona Centro, unas veces es el arranque de encinas, otras veces la puesta en regadío de parcelas de secano vitales para las aves esteparias, o la plantación de olivar intensivo en parcelas de encinar o maizales..., uno de los últimos capítulos llevados a cabo el pasado otoño nace de la restauración en la torre de la Iglesia de la Asunción en la localidad de Acedera, que como muchos sabemos sirve de cobijo a una de las mayores colonias de Cernícalo primilla (Falco naumanni) de la provincia de Badajoz.

Obras de remodelación en la torre de la Iglesia de Acedera. Noviembre 2013.

Torre de la iglesia, tras la remodelación.

Vista general de la torre en la actualidad.

  En esta ocasión el lúcido y pintado de la torre a ocasionado la perdida de varios nidales que dicha especie venía utilizando desde hace varios años, como podemos observar en algunas de las imágenes de la presente entrada, y que probablemente representen un 15% del total de nidales ocupados por la especie en las últimas temporadas. Esta colonia declarada ZEPA urbana por la Junta de Extremadura, cuya designación de poco le ayudo para capear este impacto sobre la misma.

Nidal de primillas en la torre, anterior a su reforma.

Otro nidal previo a los trabajos de restauración.

Otro de los nidales afectado por la reforma de la torre.

  Aunque tampoco le ayuda mucho de cara a la protección de los escasos hábitats tradicionales de caza en los alrededores de dicha localidad, y que poco a poco van siendo modificados por cultivos de regadío intensivos, principalmente frutales y arrozales, en este caso inservibles como cazaderos para los pequeños halconcillos. Lejanas quedan las alrededor de 80 parejas que se reproducían en este atalaya a principios del presente siglo, y que seguramente no podrán disfrutar las generaciones venideras en tan ingente cantidad.
  La iglesia quedo afectada por el terremoto de Lisboa, que acabo con toda su parte trasera, y también por la contienda bélica de la guerra civil, en la misma torre remodelada se situaban algunas grietas achacables a ambos importunos eventos, grietas que como un rayo de esperanza servían de nichos nidificatorios, y que ya han quedado definitivamente enterrados por obra de las reformas mencionadas.

  En fin, deleitémonos con la belleza de la remodelada torre, que particularmente me hace evocar otro tipo de monumentos relacionados con las etapas anteriores a su construcción. Me vienen a la cabeza aquellos pensamientos de mi infancia cuando veía aquella iglesia como una enorme Arca de Noé, llena de vida, llena de aves, en aquel pequeño pueblo vecino al mío, que lejos quedan aquellos tiempos....