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domingo, 29 de diciembre de 2013

¡¡¡82.197!!!


 Pues no...la cifra referida no es el premio de la lotería en el último sorteo navideño, sino la cantidad de grullas que el equipo de censos de la Zona Centro contabilizo en áreas de comederos el 20 de diciembre de 2.013, récord de estas aves en todos los censos que se llevan realizando en este sector, y que supera en cerca de 21.000 grullas, a las 61.225 contabilizadas en diciembre de 2.012.
  Estas cantidades siguen una evolución positiva desde que en 2.007 SEO-Birdlife en su censo cifrase las grullas de la Zona Centro en 39.000, cantidad que en tan solo 6 años se ha más que duplicado. Por otro lado el censo simultaneo en Aragón con cerca de 60.000 (donde también se duplican las cifras del censo de 2.007) sumado a las aves que permanecen en Francia 69.000 (Lac du Der y Arjuzanx) y las mencionadas para la Zona Centro hacen una cantidad de 211.000 aves.
  En otros sectores extremeños la cifra puede situarse en las 50.000, y no es demasiado aventurado cifrar las aves del resto de España (Andalucía y Castilla la Mancha sobre todo), Portugal y norte de África en otras 40.000, con lo cual se alcanzarían las 300.000 grullas invernantes en el núcleo occidental.
  Hace apenas unos días aún pasaban grullas por Madrid capital en dirección SO, en función de los constantes movimientos que en uno y otro sentido se producen a lo largo de prácticamente todo el invierno, difícilmente se puede delimitar cual es la verdadera cifra de aves que invernan en cada zona sin definir claramente las que están en paso migratorio, cuestión totalmente irrisoria en una especie tan trashumante como la que aquí tratamos.
  Sin duda el censo obtenido en la Zona Centro, que es usado como colector de entrada para los núcleos grulleros de la provincia de Badajoz, esta engordado por aves que en condiciones normales se situarían en estos núcleos más hacia el sur y este, como es el caso de la Serena, cuyos números son paupérrimos para bien entrado el mes de diciembre, y que pueden tener relación con una escasez de bellota la presente temporada (amén de otras cuestiones que inciden sobre este fruto, carga ganadera, situación del arbolado, retraso en la maduración...), en resumidas cuentas las grullas que tenemos en el sur de Europa son una cantidad lo suficientemente grande para traslucirse como el mayor prodigio natural del viejo continente, y como patrimonio de todos los europeos incidir más en su conservación no tanto sobre el papel sino de cara a su dependencia de la agricultura y ganadería, con medidas solidarias para la especie y entre propietarios.
  Digo bien entre propietarios y vecinos, que no ven más allá de su propio campo y provecho, no pensando que si aran su rastrojo de maíz, las grullas se irán a la siembra del vecino, o si fanguean todo el arroz de sus campos incidirán más sobre la montanera de la misma finca. Urge una política común europea hacia las aves migradoras que son de todos, y especialmente hacia las grullas, porque a estas alturas del siglo XXI no nos van quedando demasiados prodigios naturales que conservar y legar a nuestros sucesores.
  Finalmente y aprovechando las fechas, agradecer a todos los seguidores del Blog por sus visitas, y desearles un Feliz nuevo año grulleril.



  Equipo de censos en la Zona Centro, Diciembre 2.013: Manuel Gómez Calzado, José Antonio Román Álvarez, Emilio Peña Morales, Fernando Yuste, José Ángel Sánchez González, Francisco Borja García Maldonado, Juan Pablo Prieto Clemente y José María Benítez Cidoncha. Colaborador en Madrid: Eduardo Fernández Martín. 

domingo, 24 de noviembre de 2013

TIEMPO DE GRULLAS

  


  Tras el prolongado y tórrido verano, alargado hasta el punto de comerse medio otoño, a mediados de noviembre una ola de frío anticipado unida a vientos favorables reunió los condicionantes ideales para la llegada de una importante oleada de grullas, permitiendo  al equipo de censos de la Zona Centro cuantificar un nuevo record de la especie para esas fechas, con nada menos que 43.051 ejemplares, casi 2.000 aves más que en las mismas fechas del año anterior.
  Las escasas lluvias otoñales han conseguido posponer las labores de fangueado en muchos arrozales, lo cual unido a cierto retraso en la recogida de las cosechas de maíz a derivado el grueso de esta ingente cantidad de grullas a los rastrojos de arroz quedando muchas futuras hectáreas de rastrojeras con maíz como reserva para los duros meses estrictamente invernales.
  Poco se puede esperar de la aportación de nuestras sufridas dehesas a la necesidad de sustentación de tan ingente tropel de grullas, las enfermedades del arbolado siguen campando a sus anchas, la escasa bellota de los mismos esta fuertemente aprovechada por el ganado, y lo que es peor, aún se siguen arrancando y deteriorando encinares en pro de los cultivos intensivos de regadío, todo un disparate que finalmente solo conseguirá la caída de unos precios que pueden hacer llegar a no rentabilizar su continuidad.
  Llegaron también las espesas nieblas y brumas matutinas, que dan al paisaje un cierto halo de melancolía, de la cual continuamente te abstrae el frecuente trompeteo de nuestras amigas. Otras muchas especies de aves han seguido el mismo camino que las grullas, entre ellas no menos de 8.000 ánsares comunes hasta la fecha, y otras cuantas miles de aves acuáticas, limícolas, rapaces y multitud de paseriformes, todo un deleite para disfrutar el otoño-invierno en la Zona Centro.

        Miles de Ánsares en vuelo.
  

  Entre los miles de grullas llegadas estos últimos días a nuestra tierra, nuevamente tengo la fortuna de reencontrarme con viejas conocidas de invernadas pretéritas, algunas de ellas fieles cada año a nuestra cita, otras más divagantes, vueltas a observar tras años sin aparecer ante el telescopio,  toda una alegría en estos tiempos que corren, en lo que casi todo es tan efímero.
  Una de estas aves, del centro de Suecia para más datos, pude verla la semana pasada en unos arroces no muy lejos de mi casa; nada mas echarla el ojo, barrunte que era una vieja conocida, ¡y tan vieja!...nada menos que 13 años que la vi por primera vez de pollo en su primer viaje, allá por el año 2.000, más adelante y  algunos inviernos la observaba por esta zona, al menos hasta 2.003, y tras 10 años sin volver a coincidir, que bonito saber de ella. Con esa edad normalmente ya no tienen descendencia, como era este el caso, pero la vi bien de aspecto y muy vigilante a todo lo que sucedía a su alrededor, una "veterana" en sobrevivir a muchos kilómetros de viaje por toda Europa.



  Sean bienvenidas a Extremadura, y ojala en los 4 meses que pasaran en nuestros campos no se cruce ante ellas un tendido eléctrico invisible en un día de niebla, un escopetero mal encarado o un cumulo de molestias que las hagan insoportable su estancia, tal vez ya no encontraran aquel idílico encinar tranquilo en el cual pasaban los inviernos de antaño; a cambio les quedan los abundantes rastrojos de arroz y maíz, monótonos y aburridos pero bien surtidos de alimento, que al final es lo que cuenta. 


sábado, 2 de noviembre de 2013

EN TIERRAS DEL CAFE

 El cultivo de café es característico del Quindío


 Motivos familiares me han llevado a permanecer a lo largo de los últimos meses en Colombia, donde pude disfrutar de una naturaleza exuberante y una rica avifauna parcialmente nueva para mí, ya que en 2006 realice mi primer viaje a aquel país y tuve una primera toma de contacto.
  Durante todo este tiempo hemos permanecido en el Departamento del Quindío, situado en el centro-oeste del país, que con una extensión de apenas 1.845 Km2 se configura como el de menor tamaño de Colombia. Su capital es Armenia que por sí sola aglutina la mitad de la población y que junto a los otros 11 municipios rondan los 550.000 habitantes.

  Gallinazos negros (Coragyps atratus), comen de las basuras en la ciudad de Armenia.
                             


 Macho de Atrapamoscas pechirojo o liberal (Pyrocephalus rubinus), en posadero.


  La actividad agrícola aún mantiene mucha importancia, siendo su principal producto el café, famoso en todo el mundo y que en la zona conlleva un modo de vida basado en la cultura cafetera. Sustentando estas tierras otros muchos cultivos como la yuca, el plátano, el maíz, fríjoles y numerosas frutas.

     Pigua o Caracara cariamarillo (Milvago chimachimavigilante en inmediaciones de nido.


    Bandurria aliblanca (Theristicus caudatus), habitual  nidificante en palmeras de gran tamaño.


  La temperatura media ronda los 20º, con un clima tropical y una diversidad enorme de especies vegetales (más de 2.000), en un paisaje ribeteado de cafetales, plataneras y guaduales -bosques conformados por cañas enormes similares al bambú-. Como no podía ser de otra manera la riqueza en biodiversidad es enorme en este pequeño Departamento, especialmente en cuestión de aves. Teniendo en cuenta que Colombia es el país con mayor número de especies conocidas de todo el mundo, 1.889 hasta el momento presente, en los poco más de 1.800 Km2 del Quindío se pueden observar nada menos que 543 especies de pájaros.

 Palma de cera (Ceroxylon quindiuense), árbol nacional de Colombia. Valle de Cocora

   Destacan entre otras la gran variedad de colibríes existente en la zona, con posibilidad de observar hasta 9 especies diferentes en el Jardín Botánico de la localidad de Calarca, y otras muchas a lo largo de estas tierras, sorprende su vuelo más parecido a un gran insecto que a un ave, sus cernidos para recabar el polen de las flores, y sus pequeños nidos revestidos en el exterior con líquenes. También son abundantes los pájaros carpinteros, como no podía ser menos en un país tan arbolado, sin salir de los parques urbanos y alrededores de Armenia se constata la presencia de 8-10 especies.

Colibrí collarejo o nuquiblanco (Florisuga mellivora) una de las especies habituales en el Jardín Botánico del Quindio-mariposario de Calarca.

Carpintero pechipunteado (Colaptes punctigola), una de las especies de carpinteros en parques y jardines de la ciudad de Armenia.

Comedero de colibríes en el mariposario de Calarca.

  Tucanes, rapaces, martines pescadores, siriris, loros y periquitos, tángaras, turpiales, eufonías...todo un paraíso para los aficionados a ver aves; con una ventaja adicional de cara a los observadores, según mi impresión, pues al no existir la caza como deporte ni la persecución sistemática de las aves, estas no son tan esquivas a la presencia humana como desgraciadamente lo son en nuestra Extremadura.

   Pareja de Periquitos de anteojos (Forpus conspicillatus)  en finca cafetera cerca de la localidad de Montenegro.

 Gavilán caminero (Buteo magnirostris), rapaz habitual de las zonas cafeteras.
  
  No solo me sorprendió la excepcional riqueza ornitológica de aquel país, también y gratamente la sensibilidad existente hacia su patrimonio natural, el amor de estas gentes a la tierra, a sus bosques autóctonos, ¡que diferencia con el trato dispensado a nuestras encinas, y que muchos de nuestros labriegos y empresarios quisieran ver borradas de "sus" tierras!.  

  Barranquero o barranquillo (Momotus momota) una de las aves emblemáticas del Quindío.

  

jueves, 1 de agosto de 2013

"Las aguilillas de las rastrojeras"


                                          Jóvenes cenizos sobre alpacas.


 Finalizada la campaña de conservación de aguiluchos correspondiente al año 2.013 podemos situarla en un contexto medio, interviniendo y controlando más de un centenar de nidos, -principalmente de Aguilucho cenizo (Circus pygargus) y en mucha menor cantidad algunos de Aguilucho lagunero (Circus aeroginosus),  y también de Avutarda (Otis tarda), sufridora igualmente de siegas tempraneras y al igual que los aguiluchos participe de diferentes manejos para su conservación-. La productividad final de los cenizos,  1,4 se ha situado  en un nivel medio-bajo respecto a toda la serie de años con campaña, por fortuna mucho mejor que el terrible año 2.012 con fuerte sequía, pero también influenciado por los fríos y lluvias que acompañaron este año los meses primaverales,  y que han desembocado en un retraso generalizado en el desarrollo reproductor de buena parte de las especies aladas, con varios vuelos anormalmente tardíos a finales de julio en ambas rapaces.
  Una mirada retrospectiva para comprobar, que nada menos han pasado dos décadas desde el inicio de aquellos primeros puntos de encuentro con las "aguilillas de las rastrojeras", como habitualmente denominaban los agricultores y ganaderos por aquel entonces al Aguilucho cenizo en mi pueblo y alrededores, y no iban descaminados porque coincidía el vuelo de los pollos con el empacado de las rastrojeras siendo imagen habitual ver a los mismos sombreándose a la vera de unas alpacas, o posados sobre ellas. Eran los primeros pasos de cara a su conservación frente a la siega mecanizada ; también frente a la falta de sensibilidad y conocimiento de la especie por parte de las personas de las cuales dependían para su conservación.

                                          "Aguilillas de las rastrojeras" 

  Primeros compases que por aquellos tiempos marcaba ADENEX, que con acertada intuición, supo comprender el peligro al que se enfrentaba esta especie y que aún aqueja. Sin duda, han cambiado mucho las cosas para estas hermosas rapaces, y no me refiero estrictamente a los cenizos  sino a la familia de los aguiluchos, conformada por 16 especies repartidas a lo largo de todo el mundo y con cuatro de ellas asentadas en Europa.  Poco a poco han ido tomando posesión de estos campos, convirtiéndose en uno de los principales núcleos de reproducción e invernada de la región extremeña.

                                          Cosechadora en colonia de aguiluchos.

  En aquellos primeros años el Aguilucho lagunero comenzaba nuevamente a reproducirse en Extremadura, probablemente tras una desaparición temporal, y a partir de ese momento, cada año aumentaban sus efectivos, no solamente como reproductor, sino también como invernante, llenando las zonas húmedas y regadíos de la Zona Centro, con dormideros invernales verdaderamente espectaculares a los que se añaden algunos Aguiluchos pálidos (circus cyaneus), casi siempre en menor número, y como colofón final el pasado invierno la presencia como invernante de al menos un macho de Aguilucho papialbo (Circus macrourus), la cuarta especie de aguilucho que disfrutamos en la Zona Centro. Pocas ocasiones para ver tres especies diferentes de aguilucho como la que nos deparo aquel momento.

                                          Dormidero de aguiluchos en arrozal.

                                          Macho de Aguilucho papialbo en cercanías dormidero.


  Esporádicamente se han reproducido algunos pálidos en las zonas esteparias del norte de la Serena y la Zona Centro, el año pasado asistimos al último de estos casos, y con anterioridad algunos años lo han hecho, siempre en número escaso (como máximo 2-3 parejas). Especie que no termina de asentar poblaciones de cría definitivas en nuestra zona, y tampoco en la región, al contrario que en regiones periféricas cercanas, con hábitats similares.
  Las cifras de Aguilucho cenizo en esta zona, si miramos hacia atrás, se mantienen más o menos estables respecto de aquel año 1.993 que marco la pauta del primer censo real de la especie organizado por ADENEX  para toda Extremadura. Mantenerla en esas cantidades no ha sido fácil, entre otras cosas porque como todos sabemos los hábitats esteparios desde entonces están en constante retroceso, y precisamente en la Zona Centro con el plan de regadíos del canal de las Dehesas, sufriéndolo con mayor repercusión.
  Las 18 últimas temporadas (algún año anterior iniciándose las campañas obtuvimos resultados  muy escasos e incompletos), hemos constatado el vuelo de 3.548 pollos de cenizo, resultado del seguimiento de 2.125 nidos y el manejo a través de la campaña de salvamento de 1.700 de ellos. Todo para mantener el centenar largo de parejas asentadas en estos lares, entorno al embalse de Orellana.

                                          Entorno del Embalse de Orellana.

  Varias decenas de voluntarios, algunas asociaciones y la administración autonómica tienen buena parte de "culpa" en la supervivencia de esta especie. Especie que no dudemos, sin la intervención humana no existiría ya en nuestros campos, al menos como la conocemos en el momento presente -quien sabe, si se hubiese adaptado a reproducirse en otro tipo de hábitats, como hace en otras zonas de España-.

                                          Manejo de nido con pollos de cenizo.

  Cerca de medio centenar  de reservas creadas específicamente para su reproducción, alrededor de un millar de rodales para que puedan finalizar los pollos su desarrollo en los nidos que los vieron nacer. Y todo ello condimentado con una afección importante a los extremos climatológicos a los que nos tiene acostumbrados  nuestra región,  una brutal incidencia predadora sobre sus nidos y pollos, y porque no decirlo un cada vez menor rechazo de la especie por el paisanaje (agricultores, ganaderos, cazadores...) gracias a las constantes campañas de sensibilización de los grupos conservacionistas: NATUREX, ADENEX, ALA, AMUS, GEA y ANSER  entre otros, además de la Junta de Extremadura.
  Los escasos Aguiluchos pálidos que se han reproducido en la zona estos últimos 20 años y de manera discontinua, probablemente menos de una decena, con similar número de pollos volados y rodales; han sufrido los mismos avatares y cuidados que sus hermanos cenizos, participando de algunas reservas creadas para estos últimos, aunque como decía antes sin asentar sus poblaciones, al contrario que en invernada donde suelen ser bastante frecuentes en la zona, de procedencia seguramente dispar,  con algunas aves marcadas de origen francés.
  El Aguilucho lagunero, juega con la ventaja de combinar para reproducirse,  medios esteparios y también zonas palustres (además estas últimas, cada vez con mayor profusión y más utilizadas ); su tamaño y acometividad son mayores que en los pequeños cenizos, soportando por consiguiente menor presión predadora. En la actualidad deben superar el medio centenar de parejas en esta zona, y cuando menos permanecen estables, tal vez en moderado aumento. Algunas decenas de rodales y su nidificación en algunas de las reservas mencionadas han servido igualmente para apoyar su asentamiento en la Zona Centro, el aumento de regadíos tampoco debe haberlos venido nada mal para fijar esas poblaciones, al contrario que a los cenizos.

                                         Joven lagunero en cultivo de cereal.

  No puedo por menos que hacer un homenaje final a todas aquellas personas, mayoritariamente voluntarios, muchos de ellos venidos de lejos,  que en estas dos décadas aportaron su trabajo a la conservación de estas especies y sin cuya labor  no habría sido posible conseguir hacer del entorno de Orellana, un territorio de supervivencia para ellos:
  Juan Pedro Sierra Crucera, Domingo Jiménez Martín, José María Traverso, Rosalba Guarín Sepúlveda, José Luis Gómez Almodóvar, Juan Julián Gómez Franco, Marck Rogers, David Rodríguez Vidales, Pedro Ramírez Sierra, Cándido Choque Lapaca, Patricio Sanz Martín, Ángel Nubla Vicuña, Manuel Gómez Guarín, Ángel Chamizo Carmona, Miguel Gómez Guarín, Mario Serrano Quiles, Andrea Fernández Simón, Rubén Millán Corvillo, Javier Chamero Romero, Vicente Arenas García, Rafael Sanabria, Luis Lozano Martínez,  Jerónimo Martínez Gallardo, Rubén Toribio, Juan Antonio Barquero, Francisco Borja Maldonado, Víctor Manuel Quintana, Urs Peter Staüble, Anatol Gertsch, Hans Lehmann Bern, Anton Nann Aaran, Hans Eichenberger, Doris Eichenberger,  Käthi Bühler, Res Bühler, Hans Jürgen Muller, Bernhard Wicki, Gilberto Pasinelli, Karin Schief, Thomas Jordi, Paul Küttel, Marlisse Küttel, Veli Bühler, Joachim Mennius, Lucia Rethgeb...y finalmente los grandes e incombustibles amigos suizos Silvana Bollí y Jost Bhullmann, que todos los años hacen presencia fiel para defender "sus queridos aguiluchos".

                                               Joachim, Silvana y Jost trabajando en el campo.

  Algunos agricultores y cosecheros han tomado también la bandera de la conservación de los aguiluchos, no pudiendo por menos que nombrar a varios de ellos, especialmente sensibilizados y participantes desde hace años, como miembros de pleno derecho  en la realización de las campañas:
  Constancio Sanz, Antonio y Juan Rodríguez, Eloy Hernán, Saturnino Merino, Lorenzo Gentil, los hermanos Roncero, los "Vaqueritos", Ángel Miranda, Tomás Cerro, Hipólito Uría, Lorenzo González y Manolo, José Ruíz, Manuel Gómez, Marcos Ramírez, los hermanos Llerena, aparte de otros muchos que en algún momento participaron en la conservación de estas aves.

                                          Macho de Aguilucho cenizo.
 


martes, 26 de marzo de 2013

INVERNADA DE LA GRULLA COMÚN(Grus grus) RESULTADOS DEL CENSO DE DICIEMBRE 2012 EN EXTREMADURA.


José Antonio  Román Álvarez & Manuel Gómez Calzado
(tranaroman@gmail.com & mgcalzado@gmail.com)

INTRODUCCIÓN:
La Grulla común (Grus grus) es un ave invernante en Extremadura,  incluida en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Extremadura (Decreto 37/2001) y catalogada como especie “de interés especial” con un Plan de manejo para asegurar su conservación (O.C.G. 22/01/09).
 Actualmente sus poblaciones reproductoras  se encuentran en crecimiento continuo  por lo que hemos estimado que era  momento de realizar un nuevo censo para conocer la situación actual de la especie en nuestra región para actualizar la información existente, puesto que desde 2007 (J. Prieta,  J.M. Traverso & J. Valiente, coord.) no se habían vuelto a realizar conteos generales

METODOLOGÍA DE CENSO:
Se ha optado por dos métodos de censo: En dormidero y en hábitat de alimentación.
 El primer método  se ha utilizado  en ambas provincias de forma general por la tendencia gregaria de la especie a concentrarse en humedales para dormir.
El segundo ha sido utilizado exclusivamente en la zona Centro por ser un sector que dispone de más de 90.000 has. de regadío. Las aves son prácticas y eligen para dormir zonas próximas a sus áreas de alimentación que reúnan condiciones favorables para el descanso, con láminas de agua apropiadas y tranquilidad. Según se van desplazando a alimentarse pueden cambiar con frecuencia la ubicación de los dormideros  por lo que de un censo a otro (incluso de un día para otro) pueden usar  diferentes humedales, por todo ello se hace más recomendable el conteo diurno realizando recorridos por todas las áreas de alimentación

RESULTADOS:
En el mes de  diciembre se censaron 95.282 grullas, con todas las localidades censadas a excepción del sector de la Serena que no se pudo hacer. Si tenemos en cuenta que este sector es bastante estable, estimando  en unos 6000 los individuos presentes en esas fechas (confirmado en posteriores censos), la cifra final superaría las  101.000 aves en la región.
En el sector del Tajo la cifra se sitúa en unos 21.000 individuos. En el sector del Guadiana se mantiene en torno a las 15-16.000  (9783 + 6000 de la Serena) y  el sector zona Centro con más de 63.000 grullas.





Aunque la cifra total en Extremadura es claramente superior a las 100.000 según el presente  censo,  la cifra real para toda la región debe superar las 120.000 aves, en base a los censos efectuados por ADENEX en la década anterior, las cifras obtenidas en la zona Centro  siempre suponían aproximadamente el 50% de las cantidades de toda la región.


  Tabla 1: Censo de Grus grus en Extremadura dic. 2012

Comparando los valores parciales obtenidos en diciembre entre los censos de 2007 (Prieta, J. & del Moral, J.C.) y el actual, tabla nº 2 y 3, observamos como el sector Cáceres tiene un aumento moderado con algo más de 3.300 grullas contadas y en los sectores que lo componen sólo el Alagón muestra una tendencia claramente al alza, manteniéndose estable en el resto.



    Tabla 2: Comparativa de censos: 2007/2012

Por el contrario el sector Guadiana observa una caída general en unas 7.000 aves, así vemos como, a excepción de los sectores Badajoz N y S que se mantienen estables,  en el s. Alange bajan unas 2.800, en el s. Azuaga unas 3.500 y en torno a 600 en el s. la Serena. Esto parece coincidir con lo sucedido en Córdoba, si bien serían necesarios nuevos censos (es nuestra intención repetirlos en la temporada 2013/14) para confirmar esta tendencia.
La zona Centro, que comparten ambas provincias,  es la que ha experimentado el mayor crecimiento en  el número de grullas invernantes, pasando de 39.000 a 63.207 aves, lo que supone un incremento superior al 50%..



Tabla 3: Comparativa por sectores, años 2007/1012
COLABORADORES:
El trabajo de campo, tanto en dormidero como en área a alimentación,  no habría sido posible sin la inestimable participación de las personas que han dedicado su tiempo a esta actividad.  Han sido 74 los colaboradores, además de algunos agentes de Medio Ambiente y el Centro de Formación Agraria de Navalmoral de la Mata*, a tod@s  queremos agradecer sinceramente su colaboración.
 En la relación adjunta figura el nombre de los colaboradores así como las zonas censadas por cada uno.

Coordinadores para Extremadura: José Antonio Román & Manuel Gómez Calzado.
Provincia de Cáceres: Coordinador: Javier Prieta: -Emb. de Rosarito: Samuel & Dave Langlois ;-Laguna de Palancoso, Cañada el Venero, Emb. Valdecañas y lagº El Grullo: Manuel Flores, Marcelino Tirado, José Mª Guerrero, Jorge Pedro Durán, Sergio Méndez et al.*:--Emb. de Borbollón: César Clemente, Javier Mahillo, Goyo Naharro, Agustín Iglesias, Vicente Sánchez, Javier Prieta;-Emb. Gabriel y Galán: Javier Prieta:-rio Tiétar/Monfragüe: Javier Prieta, Sergio Mayordomo.-Las Seguras: Carlos Fernández Diaz.-Emb. de Talaván : José Carlos López Fuentes .-Emb. Aldea del Cano Marcelino Cardalliaguet, Andrés Maestre, Carlos Luengo ;-Emb. del Cuartón: Sergio Mayordomo, Marta Gómez;-Rio Tozo-Labradillo: Javier Esteban;-Emb del Águila: Martin Kelsey, Vicente Risco, Santiago Cáceres; -Emb. de Arroyo Casillas: Jesús S. Porras .-Emb.de Valdesalor: Francisco J. Caballero, José Luis Caballero, Estela Herguido, -Clavería y Mortera: Antonio Galán;-Dh. de Herreruela: Marcelino Cardalliaguet y Agentes Medio Ambiente;-Dh. Hornos y Rehoyos: Antonio Galán ;-Charca de Ponce: Antonio Galán -Charca de Belbís y Navarra: Helios Dalmau;-Charca de Galaperal: Agustín Martín Ruano;-Charca de Galaperal II: José Aº Pérez Burón, Daniel Pérez.

Provincia de Badajoz: Coordinador: José Antonio Román:-El Zangallón: Luis Venancio, Pedro Schreur, Justo Tarriño, Godfried Schreur; -Charca de las Merinillas: Jacobo Hernández-Lagª de la Albuera : Jerónimo Milán.; Emb. de los Canchales: Jesús Solana, Francisco Lopo, Elvira del Viejo, Lucas J. Navareño, Carolina Climent, Iván Sánchez; .-Emb. de Alange: Elvira del Viejo, Antonia Cangas, José A. Román, -Emb. del Moral: José Angel Sánchez;-Usagre/Matanegra: José Ángel Sánchez; -Emb. de Arroyo Conejo: Luis Salguero; -Casas de Reina: Luis Salguero-Retamal de Llerena: Luis Salguero; -Granja de Torrehermosa/Peraleda del Zaucejo/Campillo de Llerena: Antonio Núñez, Gustavo Gahete, Francisco Montaño, Miguel Corvillo .-Emb. de Cuncos : Alfonso Pérez del Barco, Esther Gañán. La Serena (enero): Coordinador Manuel Calderón: -Badija I y II : Yasmina Annichiarico, Natalia Franco, Amparo Sánchez, Agustín Santana, Víctor Manuel Quintana;-Puerto Mejoral: Manuel Calderón-Almorchón): Manuel Calderón, Teresa Tena.-Zarza Capilla : Manuel Calderón;-Dh. de las Yuntas: Gerardo Pizarro, Fernando Pizarro;--Monterrubio de la Serena: Manuel Calderón-La Guarda/Quintana: Manuel Calderón.

Zona Centro: Coordinadores: Manuel Gómez Calzado & José A. Román:   -Acedera, N. Pela, Logrosán, Madrigalejo, Casas de Don Pedro: Manuel Gómez , Antonio Torrijo, Fernando Salas, José Luis Ciudad, José Ángel Sánchez, Logrosán: Emilio Peña, , Las Bodeguillas: M. Gómez, José L. Ciudad; Los Guadalperales: Marc Gálvez, José Guerra; Medellín/Yelbes: Fernando Yuste, -Dh de Guadalperal: José A. Román.-Conquista del Guadiana : José A. Román;-Santa Amalia/Valdehornillos/Hernán Cortés : José A. Román- Pizarro/Casar de Miajadas  José A. Román;-Palazuelo/Torviscal Juan Pablo Prieto,  -Miajadas: José A. Román.

* CENSO DE GRULLAS ZONA CAMPO ARAÑUELO:11 Y 12 DE DICIEMBRE DE 2012: Coordinador: Manuel Flores Cid de Rivera; Agentes del Medio Natural Gobierno de Extremadura: Marcelino Tirado, Jorge Pedro Durán , José María Guerrero, Sergio Méndez , Manuel Flores.”Centro de Formación Agraria de Navalmoral de la Mata”: Profesores :Gabriel Vidal, Manuel Azabal, Amalia Sánchez , Javier Monforte; Alumnos: José Leonardo Baena, Raúl Calle, Taimar Domínguez, Luis Bernardo Flores, Juan Pablo García, Pablo Hernández, Jorge Jara, Jaime Jiménez, Pablo Jorge Díaz, Alberto León, Mario Martín, Daniel Martín, José Antonio Mateos, David Morón, Antonio Moyano, Abel Murillo, Álvaro Rodríguez, Andrés Rodríguez, Juan Sáez hez, Alberto Sánchez, Blas Serrano, Janette Valhondo, Antonio Ávila, Francisco Javier Alba, Juan Gabriel Díaz, Jorge Domínguez Patricio Liberal, Rubén Marcos, Álvaro Martín, David Neila, Valentín Pérez, Carlos Pinos, Juan Carlos Recio Borja Retamal, Ángel Rodríguez, Francis Rodríguez, Cristian Salguero, Juan Marcos Simón, Saúl Torrescusa, Juan Carlos Velarde.
Otros: Jesús Sánchez, Pedro Muñoz, Jaime Rodríguez, Luis Alberto López, Juan Pablo Resino, Azucena Díaz.






viernes, 8 de marzo de 2013

Pinceladas




  Nada menos que 200.000 grullas han pasado por Gallocanta en el paso migratorio pre-nupcial, todo un récord corroborado por los censos efectuados a lo largo del pasado invierno en la Zona Centro con cantidades entorno a las 61.200 "damas grises" en el periodo central, y que habitualmente vienen a suponer la tercera parte del total de grullas que pasan la estación fría en la Península Ibérica.
  Nos ha sorprendido el volumen de grullas anilladas procedentes tanto de Finlandia, con tres veces más que la invernada anterior, y del norte de Suecia con cifras que multiplican por cuatro las citas del pasado invierno; a todo ello habría que añadir un volumen importante de aves que algunos años pasan la época fría en Francia, Gallocanta e incluso en Alemania, y que este año por cuestiones climatológicas vinieron a recabar a nuestra tierra.  Desconozco la situación de la invernada a través de la ruta oriental, pero varias de las grullas finlandesas que pasaron por Hungría en otoño, recalaron finalmente en la Zona Centro.


  A nivel regional la Zona Centro, que en las ultimas décadas aglutina alrededor del 50% de las grullas en Extremadura, continua expandiéndose como una mancha de aceite por todas las vegas del Guadiana, sin aparente límite para mantener e incluso aumentar tan importante porcentaje de la especie. En otros núcleos tradicionales con presencia de encinares parece que la especie no se encuentra tan boyante, una pena pues la esencia de estas aves hacia esta tierra siempre fue su ligazón a nuestras dehesas.
  También en el paso prenupcial fue observada en Gallocanta por amigos maños y extremeños, nuevamente una Grulla canadiense (Grus canadensis), que muy probablemente pasase todo el invierno entre nosotros; de presencia desapercibida en cualquiera de los muchos rincones que Extremadura atesora para ellas. La duda que me asalta es pensar si pueda tratarse del mismo ejemplar, y también su procedencia, un enigma para el colectivo grullero de toda Europa pues hace un año se vio en Gran Bretaña, pero también en Estonia. Adjunto imagen tomada por José Ángel Sánchez, uno de los observadores de tan interesante rareza.


  "Picoroto" sigue sobreviviendo a su limitación, aunque mis visitas a la zona donde habitualmente se movía la invernada 2011-2012 resultaron infructuosas, por fortuna tanto José Antonio Román en otra localidad de nuestra región, como Amigos de Gallocanta en el paso por la laguna pudieron verla remontar nuevamente su sexto viaje hacia el norte, toda una heroína de la naturaleza. 


domingo, 17 de febrero de 2013

Con las maletas cargadas



 Los pasados días 13, 14 y 15 de febrero fueron testigo de un movimiento migratorio prodigioso, las grullas me regalaron la posibilidad de ver ese momento efímero que implica la masiva migración en el paso prenupcial, con varios miles de aves (tal vez 30.000 individuos) atravesando el cielo extremeño en dirección al gran norte en corto espacio de tiempo.
  Aunque el viento procedente del suroeste era muy suave, prueba de ello la niebla poco espesa que pocos momentos antes cubría los valles de la zona, las temperaturas templadas con importante radiación solar provocaban las necesarias corrientes térmicas que aprovechadas por las grandes aves constituyen un buen marco para iniciar su periplo migratorio.


  Grupo tras grupo iban jalonando el cielo, agrupando aves en bandos mayores, que se afanaban con sus cicleos en buscar las mencionadas corrientes. Todo ello con una orquesta de trompeteos que mi compañero de campo no dudaba en adjetivar como de locura transitoria de aquellos pájaros, actitud muy diferente a la que muestran en sus primeras llegadas cuando parecen prácticamente mudas.


  Estas largas hileras de aves aparecían a media mañana, para desaparecer alrededor del mediodía, momentos en que las grullas presentían lo tardío del momento y desistían de continuar su ruta hasta el día siguiente, sedimentándose en los campos que paralelamente marcaban esa supuesta vía celestial.
  De tarde en tarde, volando por encima de las grullas, en formaciones con vuelo mucho más directo, a velocidad de crucero, algunos grupos de ánsares probablemente procedentes de latitudes más sureñas.
  La pasada semana con ocasión de los últimos censos del presente invierno, presentía que el viaje era inminente, las grullas permanecían estáticas y agrupadas, acicalando y arreglando su plumaje para lo que se avecinaba. Allí estaban, bien lustrosas, con un aspecto inmejorable tras la ceba de sus grandes cuerpos con las rastrojeras y bellotas extremeñas, con las maletas cargadas prestas a surcar toda Europa y regresar a sus lugares de reproducción.


miércoles, 23 de enero de 2013

Moheda Alta




 Corría la invernada 96/97, Moheda Alta no era ni un atisbo de lo que ahora representa, ni para bien, ni para mal, eran otros tiempos y soplaban otros aires. Aquella dehesa de 150 hectáreas aún no sufría aparentemente el mal de la seca, su encinar gozaba de salud y fortaleza en todo su esplendor,  la famosa encina del "Convenio" se encontraba a escasos 4 o 5 años del final de sus tiempos, y transmitía una efímera sensación de poder,  a lo largo de su vida... ¡¡cuantas piaras de guarros y de grullas se saciaron con sus frutos!!.
  En aquel momento ya estaba remodelada la carretera que finalmente parece se convirtió en trampa mortal, al formar un espigón que sin permitir que se drenase de humedades conformaría un vector insuperable de transmisión de la enfermedad.  Poco pensaba yo,  por entonces, en fotografías y demás zarandajas, más allá de ver y disfrutar de aquel entorno, aún así conseguí la vieja instantánea que podemos ver, justamente en el lugar donde ahora se encuentra el Centro de Interpretación, y que además de mostrarnos el imponente aspecto del arbolado ya atisbaba el carácter de barrera que ejercía la carretera con enormes charcos en sus bordes.

  
 El encinar tenía un uso tradicional, al margen del uso lúdico que siempre represento para el pueblo de Navalvillar de Pela en la celebración de "sus pascuas".  Quizá aquel año fue el ultimo que estuvieron allí los carboneros o piconeros, el invierno lluvioso había hecho un barrizal de sus caminos, y aquella escena con aquellos hombres pala en ristre sacando barros que llegaban a la puerta del pequeño panda se quedaron grabadas en mi retina como grulla anillada en el confín más lejano. Pocos piconeros pude ver después de aquel año en la Zona Centro, quizás al igual que alguna otra especie alada, también estén en peligro de extinción, desde luego aquí, hace años ya sin remedio.
  También la dehesa tiene un uso agrícola que echamos  en falta en Moheda Alta, las siembras adehesadas además del componente económico que conllevan son un referente de aprovechamiento y uso para muchas especies de la fauna extremeña, en ellas se reproducen elanios, aguiluchos... y son especialmente requeridas por las grullas en determinados momentos de la invernada.  Finalmente lo que más vida aporta a nuestra dehesa es el uso que de ella hacen las personas que conviven en sus límites.
  En los primeros años del milenio, y dentro del grupo Naturex tuve la oportunidad de organizar la actividad  "Semana de las grullas en Extremadura", a lo largo de ese periodo de tiempo se realizaban charlas, exposiciones y como colofón final una paella o migas de la tierra a degustar junto a la lumbre y en la compañía de amigos y grulleros extremeños bajo las maravillosas encinas de la finca, que gentilmente nos brindaban desde el Ayuntamiento peleño.  Aquellas  reuniones fueron anticipo de lo que actualmente podemos disfrutar cada año con el Festival de las Grullas que cada diciembre y de manera institucional se celebra en el mismo lugar que aquellas primeros eventos, por cierto también contamos entonces con nuestro particular cuentacuentos.



  
  Estos últimos festivales han traído otras "especies" voladoras que surcan los cielos del parque, sin duda compatibles con las que cada otoño nos visitan desde lejanas latitudes, y que hacen las delicias de chicos y grandes. Quien vio aquellos tiempos y vive los de ahora, se congratula del éxito que cada año agranda el nombre de Moheda Alta, espacio que brinda la oportunidad de dar vida a la dehesa, con esos visitantes y con la posibilidad de activarla en su papel de lugar de encuentro entre la naturaleza y el hombre.