Seguidores

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Importancia de los arrozales


 Si existe un aprovechamiento agrícola en la Zona Centro de Extremadura especialmente importante para las grullas en el momento presente, este sin duda es el arroz; este cultivo a marcado la pauta de la especie en la zona los últimos años, cambiando aspectos fundamentales no solo ligados a su dieta, también a su uso como dormideros y áreas de reposo, siendo en parte responsable del notable aumento demográfico de la especie en la zona.



  No hace muchos años, era impresionante ver aquellas cordadas de grullas que en rojizos atardeceres atravesaban las dehesas del entorno de la carretera N-430 dirigiéndose a numerosos y nutridos dormideros en las colas y ancones del embalse de Orellana, en ocasiones a no pocos kilómetros. En el momento presente, la ruta entre los comederos y dormideros es cada vez más corta, casi se solapan, se limitan en buena medida a rastrojos de arrozal y maizal para acabar en alguna lamina de agua de notable tamaño en arrozal fangueado o la cola de alguno de los pequeños embalses que ribetean la zona.
  El grano caído previo a la siega, así como el arroz que se pierde durante la recolección resulta un manjar exquisito para estas aves, y además frecuentemente sazonado con la captura de algún anfibio o Cangrejo rojo americano (Procambarus clarkii), premio que con especial rapacería tratan de robarse entre ellas como si de un tesoro se tratase.



  Aunque es un aprovechamiento bastante constante en el transcurrir de toda la invernada, tiene especial relevancia en los primeros compases de su estancia entre nosotros. A principios del presente milenio suponían en noviembre cifras entorno al 40%, con cantidades similares sobre los rastrojos de maíz. En la presente temporada el porcentaje se ha disparado al 70%, quedando relegado el maíz, en parte, por ser cada vez un cultivo con menor superficie, sustituido por tomate, frutales, olivar intensivo y en no pocas ocasiones por mas arroces.
 La principal ventaja en el uso de estas rastrojeras de arroz por parte de las grullas deriva en que estas no tienen ningún aprovechamiento humano una vez recogido el grano, por consiguiente el daño de las aves sobre ellos es nulo, más bien todo lo contrario pues limpian los arrozales de los dañinos cangrejos convirtiéndose en un colaborador indirecto para los agricultores que tanto las detestan. El uso masivo de estos cultivos implicaría una menor presión de las grullas sobre aquellos otros en los que realmente hacen daño: siembras de cereal en secano, montaneras y leguminosas.
 Lejos de aprovecharse de estas circunstancias, la gran mayoría de agricultores, casi siempre por desconocimiento pero también por comodidad, eliminan estos rastrojos mediante fangueados muy prematuros (muchos de ellos antes de la llegada de las primeras grullas), o arando los de maíz, dejando a las aves como única salida el recurso de hacer daño en otros aprovechamientos, incluso de su misma propiedad.
  Hace pocos días un agricultor conocido, me comento junto a su parcela, de buenas maneras, como las grullas habían entrado en su arrozal, aún sin segar, y le habían "segado" a su modo algunas hectáreas. Como extrañamente se avino a dialogar, le dije, mira a tu alrededor, en aquel preciso momento, otro agricultor vecino estaba quemando sus rastrojos de arroz a no mucha distancia, y mirando por todos los aledaños  se podía constatar una lamina de agua derivada de muchos cientos de hectáreas de arrozal fangueado...ahí tienes la respuesta, si tuviesen la comida en esos terrenos ya segados probablemente no hubiesen entrado en tu siembra.



  Sin duda es labor urgente de la Administración, y también de todos nosotros los que queremos las grullas, explicar estos conceptos y posibilidades para no echar a las "damas grises" toda la culpa de esta situación. No tenemos demasiadas herramientas para mejorar esta situación, las que tenemos, como el retraso o escalonamiento en los fangueados, hay que usarlas.
  N.T.: para todos aquellos que a lo largo de los últimos días y en previsión de vuestra visita al festival de grullas el próximo 1 de diciembre, me habéis preguntado sobre si hay muchas...podéis contar las de las fotos para daros una idea, las hice esta semana.


miércoles, 7 de noviembre de 2012

Primeros compases de la invernada



Pinta bien, los otoños lluviosos (y este de momento lo parece), resultan más propicios para las grullas: encuentran mayores y mejores laminas de agua para descansar y dormir, muchos recursos no pueden ser usados sino por ellas debido a la inaccesibilidad de los mismos y el campo soporta mucha menos presión humana  por diversos motivos  como pueda ser el mal tiempo en sí o la impracticabilidad de muchos caminos. Si acaso, la gran cantidad de agua esta influyendo negativamente en el exceso de fangueados tempranos, aunque esta práctica cada vez viene a ser más usada en muchas fincas de la zona, llueva o no.


Se hicieron esperar, observándose las primeras a mediados de octubre, en muy baja cantidad; posteriormente en el entorno del 25 del mismo mes y coincidiendo con una ola de frio en el centro de Europa, además de vientos favorables, comenzaron a llegar buenas cantidades de grullas, hasta más de 18.000 en la Zona Centro de Extremadura  a finales de octubre. En los últimos días el número ha aumentado bastante, y sin duda, el patrón de uso del suelo, ya tiene el aspecto típico de la invernada, con grupos familiares instalados en puntos concretos, y  grandes concentraciones que deambulan y se estabilizan donde existen importantes recursos, y las dejan. Coincide todo esto con un cierto retraso en la siega del arroz y maíz, que esta siendo masivamente cosechado en los periodos interlluvias, y con una montanera bastante buena, como muestra la imagen, que poco a poco va madurando y tapizando el suelo de las dehesas de un rico manto de bellotas.


La lista de grullas anilladas observadas a día de hoy, contiene interesantes observaciones, con algunos reencuentros que se hacen ya bastante habituales, controles de aves muy norteñas: norte de Suecia, Noruega y Finlandia. Y también citas más frecuentes de lo que viene siendo habitual, correspondientes a jóvenes de año, y esto a pesar que según comentarios la reproducción de las grullas no fue muy buena la pasada primavera-verano. En la imagen se puede observar un joven finlandés, probablemente una de las zona más norteña de Europa de la que proceden las grullas que podemos ver en Extremadura.


Ayer, también tuve la suerte de asistir a un  festín de carroñeras desde el inicio del mismo, momento en el que aparecieron abundantes, urracas,  cuervos y algún milano real, para poco más tarde acudir un gran número de buitres leonados (más de cien) y 5-6 buitres negros, que descendían raudos a la carroña a pesar de mi cercana presencia, tal debe ser su hambre, y para muestra el buitre negro fotografiado que sobrevoló el coche.  Poco protocolarios, los abundantes leonados se apiñaban sobre los restos de la oveja, al más puro estilo de las melés del rugby, intentando meter el pico por cualquier hueco, en un amasijo de cuerpos emplumados que desde fuera parecía una montaña de plumas. En poco más de media hora dieron cuenta del cadáver, y lentamente se fueron dispersando por los alrededores para descansar de semejante ajetreo y realizar la digestión, todo un espectáculo al más puro estilo de la esencia extremeña,  y con fondo de grullas.